Un bebé que se sienta
Trona La llegada de tu bebé a casa ya es sinónimo de un gran acontecimiento: ¡tu bebé se sienta solo! Esta buena noticia marca un paso adelante en su crecimiento y hacia su futura independencia.
Un pequeño trono para un pequeño explorador
Desde pequeño, tu bebé estará al mismo nivel que un adulto. Podrá observar el mundo y lo que le rodea. Razón de más para estimular su conciencia.
Un bocado para papá, un bocado para mamá...
Los primeros purés y compotas suelen darse en una hamaca o en brazos, pero las verdaderas comidas empiezan en la mesa, en su trona. Tu pequeño explorador descubrirá todo un mundo nuevo de sabores, olores y texturas.
Por tu parte, vas descubriendo qué tipo de comilón es tu bebé. Los hay que abren mucho la boca. Los que escupen el puré, los que mastican la manzana durante largos minutos. Frente a tu bebé glotón, goloso o poco comilón, desarrollarás técnicas, empezando por el plano o la distracción.
Alimentarse
La hora de la comida es también un momento de reencuentro, un momento para hablar del día tras horas de separación. Entre bocado y bocado, tu bebé te escuchará. Una vez que haya adquirido el lenguaje, tomará su turno: pequeñas historias de la guardería, las alegrías de la escuela, los grandes dramas del recreo...
Todos estos momentos son ahora tu realidad, o incluso tus problemas como padre ("¿cómo que no está bien?"), pero no dejes que el día a día te frene...
Mañana, esta realidad formará sus recuerdos familiares. Así que, mientras tus pequeños se dan un festín o se alborotan, disfruta de estos momentos únicos.
Para momentos como éste hemos creado con mucho cariño dos tronas.
