Los rituales que tranquilizan al bebé
Los rituales para bebé (baño, cambio de pañal, hora de acostarse...) son herramientas muy valiosas para estructurar los días, tranquilizar al pequeño y reforzar el vínculo entre padres e hijos. Son fáciles de implementar y evolucionan con la edad y las necesidades del bebé. Elije productos suaves y naturales, así como muebles adecuados, para acompañar estos momentos únicos con serenidad y placer.
- ¿Qué es un ritual?
Un ritual o una rutina es una repetición diaria de pequeños hábitos relacionados con determinadas actividades. En el caso de un recién nacido, a menudo se habla del ritual nocturno para acostarlo, pero también es posible crear rutinas matutinas, para cambiarlo, bañarlo, etc.
- ¿Por qué crear rutinas con tu bebé?
Establecer rutinas con tu bebé desde una edad temprana tiene una doble ventaja. Para el bebé, estos rituales son una fuente de seguridad, y Dios sabe lo mucho que los necesitan los bebés. Además, al repetir estas rutinas a diario, el bebé puede anticiparse y, poco a poco, orientarse en el tiempo. Los rituales marcan el ritmo del día y eso es muy tranquilizador.
Para los padres, los rituales también pueden ser tranquilizadores en una vida cotidiana que se ve completamente trastornada por la llegada del bebé. La ventaja de los rituales es que se adaptan a ti, ya que eres tú quien los elige según tus deseos, tus gustos, tu tiempo... Te permiten pasar tiempo de calidad con tu hijo, crear vínculos, ganar tiempo... En resumen, ¡los beneficios son múltiples!
- ¿A partir de qué edad se pueden establecer?
Cualquier profesional de la primera infancia te aconsejará que los establezca desde los primeros meses de vida del bebé. La ventaja de los rituales es que acompañarán a tu hijo o hija a lo largo de su crecimiento, adaptándose a su ritmo (¡y al tuyo!).

Algunos ejemplos:
- El ritual del baño
El momento del baño es un momento privilegiado y, por eso, es importante crear un ambiente relajante. El baño es un momento de intenso intercambio con los padres. Desde los primeros meses, el bebé puede recuperar ciertas sensaciones que le recordarán el vientre de su madre. Poco a poco, el baño puede convertirse en algo divertido y relajante... También permite liberar tensiones. ¡Como para los mayores! Para que todo salga bien, mantén el contacto con tu bebé, no dudes en utilizar la técnica del baño libre colocando una toalla en el fondo de la bañera (para que el bebé pueda moverse libremente), calienta el agua de salida para evitar el choque térmico (desagradable en invierno) y utiliza productos adecuados. En Charlie Crane, nos encantan los productos de baño Roe Wellness, una línea de cuidados naturales especialmente diseñada para la piel sensible de los más pequeños y fabricada de forma responsable en Estados Unidos. El aroma «peluche» de los productos es absolutamente divino. ¡Lo ideal para sublimar este bonito momento con bebé!
¿Cómo convertirlo en un ritual? Organizando este momento a una hora determinada cada día: quitar la ropa, jugar un rato, dar un masaje, ponerse el pijama, cantar una canción...

- Ritual del cambio
Si tienes una mesa cambiadora mural como nuestra NOGA: ¡comodidad y, por supuesto, seguridad! El ritual del cambio no es solo un simple cambio de pañales, ¡es un momento de intimidad, conexión y ternura con el bebé!
A medida que el bebé crece, el ritual va evolucionando. Al principio es el descubrimiento, luego, poco a poco, el bebé empieza a agarrarse los piececitos, a descubrir su cuerpo, a querer moverse (¡sí, sí!)... En ese caso, no dudes en ponerle pequeños juguetes que le entretengan.
¿Lo más difícil del ritual del cambio? Las inevitables pequeñas lesiones, también conocidas como dermatitis del pañal. Una vez más, ten a mano un linimento de calidad (el de Roe Wellness es una apuesta segura) y una pomada rica con un efecto calmante inmediato sobre las rojeces. Por último, para que el ritual se desarrolle en las mejores condiciones, se previsor: tenga a mano algodón y pañales, bodies y ropa de recambio si es necesario, ya que los accidentes ocurren rápidamente, y ten paciencia, ya que algunas veces serán más fáciles que otras, ¡y no pasa nada!
¿Cómo convertirlo en un ritual? ¡Habla con su bebé! Interactúa con él al máximo, dále besos, diviértelo. También puedes colocar un bonito móvil encima, deslizar pequeños juguetes alrededor de la mesa cambiador, cantar... ¡Repitiendo los mismos gestos con suavidad, ternura y benevolencia creará su ritual!
- Ritual nocturno:
Es, con diferencia, el más importante, y con razón... La hora de acostarse es un momento de separación con los padres, por lo que es necesario ritualizarlo para transmitirle confianza, serenidad y favorecer su sueño... Una vez más, es un momento que debe reflejar su personalidad. Esa es la belleza de las rutinas: son únicas para cada persona y varían de un hogar a otro. Por lo tanto, no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de hacerlo. Simplemente te damos algunas pistas para explorar. Primer consejo: ¡invierte en una cama de calidad! En Charlie, nuestras camas evolutivas están pensadas para el sueño de los niños y crecen con ellos. Cama bebe KIMI, cama colecho KODO, cuna KUMI, moisés KUKO... ¡Hay una cama hecha para ti!

Por último, otros consejos para el ritual nocturno: acostarlo a una hora fija, en una habitación ni demasiado caliente ni demasiado fría, en un ambiente relajante con una luz tenue, incluso poética, con su peluche o peluches y el chupete si es necesario. Por último, se puede dar las buenas noches a toda la familia antes de irse a la cama, dar abrazos, hablar suavemente al niño, leerle un cuento adecuado para su edad y que no sea demasiado estimulante (se prefiere la calma) y, por último, despedirse de los demás peluches de la habitación, cantarle una nana, tranquilizarlo al máximo, mecerlo... ¡Y dejar que la magia surta efecto!
¿Cómo convertirlo en un ritual? Todas estas acciones repetidas a diario forman su ritual nocturno, el que mejor se adapta al bebé para irse a dormir. Los bebés cambian, se desarrollan y evolucionan, al igual que ellos, los rituales y las rutinas se adaptan y transforman para adaptarse a ellos. Solo una cosa puede permanecer, tal vez el olor de las sábanas limpias que el bebé puede asociar con «su hogar», un lugar donde se siente seguro.