Los beneficios de la siesta en el bebé (¡y sus padres!)

Comprender los ritmos de siesta según la edad del bebé
Las necesidades de sueño evolucionan rápidamente según la edad de los niños. Aquí está lo que se observa en general.
Las necesidades de siesta de 0 a 3 meses
Durante los primeros meses, el sueño del bebé se distribuye a lo largo del día y de la noche. En promedio, un recién nacido duerme entre 18 y 20 horas al día, con 4 a 5 siestas cortas. Estos ciclos permiten que su cerebro se adapte al ritmo día/noche, un proceso aún en construcción a esta edad.
De 4 a 12 meses: hacia una reducción progresiva de las siestas
A partir de los 4 meses, el ritmo vigilia-sueño se regulariza, y el bebé comienza a reducir el número de siestas con 2 a 3 siestas, de duración variable entre 30 minutos a 2 horas por siesta.
De 1 a 3 años: la siesta de la tarde
A esta edad, la mayoría de los niños ya solo tienen una sola siesta diaria, generalmente después del almuerzo (entre 1h30 y 2 horas). Ayuda a evitar los picos de fatiga al final del día y asegura un mejor sueño por la noche.
Dependiendo de los períodos, su cuidado y sus actividades, su hijo puede estar cansado por la mañana o después de su día. Por ejemplo, algunos bebés necesitan una mini siesta al regresar a casa. #powernap
¿A qué edad deja un niño de hacer la siesta?
Lamentamos informarle que la mayoría de los niños dejan de hacer siestas entre los 3 y 5 años. El período de la pequeña y mediana sección no siempre es fácil. Por un lado, las necesidades de sueño de Junior disminuyen fisiológicamente. Por otro lado, ¡la escuela agota! ¿El resultado? Junior hace largas siestas en la escuela.
Los padres recuperan a un niño en plena forma que a veces tarda en encontrar al hada de los sueños por la noche. Para los más grandes, podrán cambiar la siesta por un momento de calma (preferiblemente sin pantalla).

Los beneficios fisiológicos y cognitivos de las siestas para el bebé
Comencemos explicando los beneficios de la siesta. Los primeros meses (¡mejor dicho, los primeros años!) de la vida de un bebé están marcados por un intenso desarrollo neuronal. Es durante el sueño, especialmente las siestas, que las conexiones cerebrales se refuerzan y que la nueva información se consolida.
En otras palabras, cada siesta contribuye a organizar y memorizar los aprendizajes adquiridos (sonidos, movimientos, interacciones) y favorece el buen desarrollo de la memoria a largo plazo.
Luego, un bebé descansado significa un bebé de mejor humor, menos estresado y más dispuesto a dormir por la noche. Un poco como un adulto, un bebé con falta de sueño tiende a estar de mal humor. Y francamente, el tiempo de la siesta para el bebé también es un tiempo de descanso para sus progenitores. ¿Sabes, el famoso "descansa cuando el bebé duerme"?
Después de la teoría, viene la realidad. Recuerda que cada bebé es diferente, hay pequeños y grandes durmientes. Lo importante es comprender y satisfacer las necesidades de tu hijo.

Nuestras armas secretas para una buena siesta
Los bebés necesitan un entorno tranquilo para descansar bien, de día y de noche. Tu misión, si decides aceptarla, será crear un entorno predecible, tranquilizador y adaptado a las necesidades de tu hijo. Nuestros consejos:
- Observa los signos del sueño (bebé que se frota los ojos, bostezos...) en lugar de mirar tu reloj para acostarlo.
- Crear un ritual de siesta tranquilizador
- Organizar un entorno adecuado: una temperatura agradable (alrededor de 19-20°C), un poco de penumbra pero no demasiada, para no confundir la noche.
- Para la siesta, el bebé no siempre necesita estar en su cuna, pero ayuda.
- Si estás de paseo, déjalo en su carriola. Seguramente pronto hablaremos de las siestas nórdicas...
- ¡Una cama acogedora a más no poder! Piensa en el balanceo que puede ayudar a los pequeños a dormirse. Por eso nuestro moisés KUMI y el moises KUKO pueden balancearse gracias a su soporte de madera.
- Nuestra cuna KUMI se viste con nuevas ruedas para moverse donde quieras e incluso marcar el ritmo de las siestas de tu bebé.
- Finalmente, nos lo habías pedido... ¡Aparece el dosel adaptado al KIMI! Tu pequeño estará bien protegido en su nido.
¿Mi bebé no hace siesta, es grave doctor?
¡No necesariamente! Hay muchas razones posibles, sin mencionar el reflujo o el RGO. También ten en cuenta que las necesidades de siesta pueden variar según la edad, la dentición o el desarrollo. No dudes en pedir consejo a tu pediatra si tu bebé no hace siesta.
El equipo de Charlie Crane