Las condiciones adecuadas

Los bebés necesitan a sus padres para sobrevivir, pero también para crecer adecuadamente. Es interactuando con tu hijo como desarrollará su capacidad para moverse, agarrar objetos y descubrir el mundo exterior. Tu bebé necesita un entorno seguro y adaptado a su motricidad. Así que, sí, vas a tener que esconder los jarrones y cerrar los armarios con llave, o al menos durante un tiempo... 

Los imprescindibles para un bebé despierto son : 

  • La alfombra de juegos: una gran superficie de juego blanda que aísla del frío. 
  • El arco: para estimular la vista y la motricidad. El arco también permite a tu bebé ser relativamente "autónomo" porque no necesita que recojas los juguetes que se caen.
  • El sillón hinchable: un pequeño sillón para mirar a su alrededor. Práctico cuando necesitas seguir con tu negocio, o incluso para dar de comer a tu bebé al principio de la diversificación.

 

De 1 a 4 meses

Durante el primer mes, tu bebé se despierta poco a poco y toma conciencia de su cuerpo. Su visión sigue siendo borrosa, pero distingue los colores, incluso el color de la alfombrilla en la que está tumbado. Escuchan mucho y reconocen la voz de sus padres, que oían mucho en el vientre materno. Puedes jugar y hacer vocalizaciones, susurros, onomatopeyas (¿sabes cuando pareces un poco gagá cuando hablas con tu bebé?), sonrisas, gorjeos, caricias... cuando está en tus brazos, tumbado boca arriba en su alfombra de juegos, en su hamaca, durante el baño o al cambiarlo.

¿El objetivo? Intercambiar ideas, ayudarles a descubrir nuevas sensaciones y forjar un vínculo con ellos.

A esta edad, tu bebé se cansa muy rápidamente. Puede mirar, pero eso le agota. Si aparta la cabeza, no es que no quiera ver más, sino que necesita descansar. Así que no dudes en devolverle a su cuna para que se eche una merecida siesta. Evidentemente, cuando tu bebé tiene hambre, también está menos receptivo. Pronto aprenderás a descifrar estas señales, que es importante respetar para no sobreestimularle... ¡Sería una verdadera lástima perderse la siesta! 

A partir de los 2-3 meses, puedes estimular su agarre de cabeza (¡muy importante!) colocándole de vez en cuando boca abajo sobre su alfombra de juegos para jugar con él. Se incorporará y empezará a sonreír... ¡Pronto, te lo prometo, te pondrá una cara de póquer digna de Al Pacino! 

De 4 a 8 meses

Tu bebé está empezando a usar las manos.

Se va al arca, a los sonajeros, a todos esos juguetes que hacen ruido, se pueden agarrar, meter en la boca y ¡son terriblemente interesantes!

Tu hijo también está descubriendo el mundo a través del gusto y de su boca. Algunos bebés incluso se chupan... los pies. No te ofendas, ¡deja que se diviertan! Varía las posiciones de tu bebé en su alfombra de juegos. De espaldas o boca abajo para entrenar la cabeza. ¿Estás ocupada? Pon a tu bebé en su hamaca en el suelo y deja que te mire. Coloca el arco sobre él mientras dure el juego. El arco es una gran ventaja tanto para ti como para tu bebé: ¡por fin, juguetes que no se caen y hay que recoger! También he oído que a algunos bebés les encantan las lavadoras... 

Por último, es hora de que descubran su propio cuerpo. Acompaña este aprendizaje con muchas adivinanzas: ¿la naricita de quién, las manitas de quién, las piernecitas de quién? Y, como en los primeros meses, respeta estos periodos de cansancio dejándoles solos con regularidad.

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