Nueva madre: cuidarse

A medida que se acerca el Día de la Madre, queremos reflexionar sobre esta etapa de transición que se experimenta al convertirse en madre. Esta famosa matrescencia, un término utilizado por los antropólogos que hace referencia al profundo trastorno identitario, emocional y hormonal que experimenta una mujer al convertirse en madre. Porque, por mucho que nos preparemos, nos documentemos, anticipemos y nos proyectemos, la maternidad es tan impredecible como la personalidad de su futuro bebé. Y cuando la depresión posparto entra en juego, todo se vuelve más complicado.
Nouvelle mère : prendre soin de soi

El encuentro que lo cambia todo

Para prepararse para la llegada de un hijo, hay quienes hojean libros para padres, otros que conocen de memoria los programas de televisión sobre maternidad, aquellos que se protegen en su burbuja, los que se informan en pequeñas dosis. Sea como sea, la maternidad llega sin previo aviso. De repente, casi, uno se convierte en padre. Cuando se encuentra por primera vez con su bebé. Ahí vamos, la vida tal como la conocías ya no es la misma. En su lugar, llega una gran desconocida, alegre e inesperada. Para lo bueno y para lo malo.

En este torbellino de la maternidad, también se invitan muchos sentimientos contradictorios: alegría, asombro, realización, ansiedad, culpa, estrés... Lejos de ser el paraíso idealizado, el camino para encontrar su camino como madre a veces está lleno de obstáculos que se llaman baby blues o depresión posparto.

Posparto y baby blues: ¿cuál es la diferencia?

Es importante hacer la distinción entre el baby blues, que es una reacción emocional normal y temporal después del parto, y la depresión posparto, que es un trastorno médico más serio.

Mientras que el baby blues generalmente se caracteriza por sentimientos de tristeza, ansiedad e irritabilidad que generalmente desaparecen por sí solos después de unas semanas después del nacimiento, la depresión posparto persiste por más tiempo y puede requerir tratamiento profesional.

Si los síntomas persisten durante más de dos semanas o interfieren con la capacidad de funcionar en la vida diaria, es importante consultar a su comadrona o médico.

¿Cómo identificar la depresión posparto?

La depresión posparto es una condición médica que puede afectar a las nuevas madres poco después del parto. Puede ocurrir en las primeras semanas después del nacimiento, pero también puede manifestarse hasta un año después del nacimiento del bebé.

Los síntomas pueden variar en gravedad, desde una tristeza leve y pasajera hasta una angustia emocional más intensa. Puede llevar a una disminución de la autoestima, dificultades para vincularse con el bebé, trastornos del sueño y del apetito, así como pensamientos negativos o suicidas en los casos más graves.

Estos efectos también pueden tener un impacto en la relación con la pareja y otros miembros de la familia.

¿Qué soluciones hay para superar la depresión posparto?

Consultar a un profesional de la salud

La depresión posparto es una enfermedad que no se cura sola. Libera tu voz, libera tu conciencia y no te sientas culpable. No tengas miedo de admitir tu malestar y tu necesidad de ayuda. Haz una cita con tu comadrona, tu médico de cabecera, un psicólogo, un centro de PMI, en el hospital durante una consulta de psiquiatría perinatal.

Escuchar tu voz interior

Aquella que te susurra que algo no va bien. Es difícil escucharla, entre las noches sin dormir y las responsabilidades constantes que acompañan a la maternidad. Pero es crucial prestar atención a esas señales internas. A veces, simplemente reconocer que necesitas apoyo puede ser el primer paso hacia la curación.

Rodearse de apoyo

Estar sola con un recién nacido puede ser agotador y aislante, y la falta de contacto social puede empeorar los sentimientos de depresión. Se dice que se necesita un pueblo para criar a un niño. Se necesita un amable ejército compasivo para cuidar de las madres. Comunícate con tu pareja, con otras madres, con tus amigos, tu familia. Duda, tolera tus errores que no lo son.

Alejarse de Instagram...

...o más específicamente de las cuentas que te ponen de mal humor. Fotos pulidas, casa impecable, madre arreglada y mimada, bebé dormido. ¿Realmente crees en eso? No te fíes de las apariencias. Instagram también se llama la vida soñada o más crudamente "la vida envenenada que te hace sentir culpable". En su lugar, busca cuentas útiles como la de Anna Roy, las bellas historias de Anaïs Doal, las reflexiones de Marie Robert o las tribulaciones de Renée Greu.

¡Hola soltar el control!

Encontrar tu lugar como madre parece un juego de pistas. Como resume Lisa Gachet, "Hay que saber soltar el control, aceptar que las cosas sean imperfectas, que las victorias diarias quizás sean los fracasos de mañana y que no pasa nada". No eres una diosa de múltiples brazos capaz de hacerlo todo al mismo tiempo. Tu cerebro está en plena eclosión (está científicamente probado), así que tómate el tiempo de verlo florecer.

El equipo de Charlie Crane

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