El mes de oro: orígenes, definición y consejos para ponerlo en práctica

En una sociedad que por fin empieza a desvelar la realidad del posparto, celebremos el resurgimiento de esta tradición ancestral conocida como el “Mes de Oro”. Detrás de este nombre bonito y delicado se esconde una filosofía igualmente suave: la de cuidar a la madre reciente durante las semanas que siguen al parto. ¿Entonces, sueño o realidad? Te contamos cómo poner en práctica el famoso “Mes de Oro”.
Le mois d’or : origines, définition et conseils pour le mettre en place

¿Qué es el mes de oro?

Partiendo del principio de que no se nace madre, sino que una se convierte en madre, el Mes de Oro es un paréntesis dedicado a esa transformación. Las primeras semanas después del parto están cargadas de emociones y cambios profundos; sin embargo, desde hace décadas, las mujeres enfrentan ciertas exigencias sociales. El Mes de Oro devuelve la importancia de tomarse el tiempo necesario y de cuidar tanto a la madre reciente como al recién nacido. Con las hormonas en plena revolución, un cuerpo que necesita recuperarse poco a poco, el cansancio y, a veces, la sensación de aislamiento… la salud física y sobre todo mental de las madres recientes ha sido ampliamente olvidada. Razones más que suficientes para practicar el mes de oro durante unas semanas: un período para rodearse de apoyo, recibir cuidados, descansar y aliviar al máximo la carga mental.

Los orígenes ancestrales del mes de oro

Aunque el concepto ha empezado a emerger en Francia desde hace unos cinco años, se trata en realidad de una tradición china que tendría más de 2000 años. En la medicina china, el posparto es un paréntesis que dura entre 30 y 40 días, durante el cual la madre debe permanecer completamente en reposo. De hecho, el “Mes de Oro”, conocido como Zuo Yuezi, también se traduce como “sentarse un mes”. Durante este período, se limitan los esfuerzos físicos, se evita todo tipo de estrés y se recomienda calentar el cuerpo y el espíritu por todos los medios posibles. ¿El objetivo? Que la mujer pueda crear un vínculo con su bebé, establecer la lactancia si así lo desea, y permitir que su cuerpo se recupere. Se habla verdaderamente de medicina china porque esta filosofía se centra en cuidar tanto la salud física como mental de las madres recientes. El mes de oro concluye con un baño ritual, símbolo del renacimiento como madre. Las mujeres chinas siguen practicando esta tradición aún hoy, independientemente de sus recursos o nivel social. ¡No respetarla está muy mal visto!

¿Cómo ponerlo en práctica correctamente?

La clave, por supuesto, es anticiparse ¡si es posible! Así como se prepara la llegada del bebé, también sería ideal preparar el posparto con antelación. Ya que el mes de oro se basa en el descanso máximo de la madre, cada familia puede abordarlo según sus posibilidades. Existen tantos “meses de oro” como familias, pero si tuviéramos que resumir: hay que rodearse de apoyo. Puede ser a través de la ayuda de personas cercanas: amigas, padres, familia... O de profesionales como doulas, matronas, asesoras de lactancia… También se puede planificar con un permiso de paternidad del otro progenitor, buscar niñeras nocturnas, contratar servicios de entrega de comidas especialmente pensadas para el posparto. En definitiva, organizar un mes de oro significa crear un círculo cálido y solidario en el sentido más literal, para suavizar al máximo este momento tan especial.

La importancia de la alimentación en el posparto

En la medicina china y en el Zuo Yuezi, la alimentación desempeña un papel fundamental durante el posparto. Los alimentos se eligen con esmero, se sirven calientes y son preparados por una de las personas que cuida de la madre y el bebé durante los primeros 30 a 40 días. En Francia, la alimentación posparto empieza a recibir cada vez más atención. Por fin se habla de los nutrientes adecuados que ayudan a calmar el cuerpo, reparar los tejidos y calentar los músculos. Estrellas de estas primeras semanas: los caldos calientes, ¡y en especial el colágeno presente en los caldos de huesos! Lo ideal es organizarse para congelar estas recetas con antelación o contar con una suegra, abuela, amiga, chef a domicilio o cualquier ayuda para cocinar en casa. O bien encontrar algún servicio cerca que ofrezca comidas preparadas específicamente para madres recientes y su recuperación posparto.

¿Cuáles son los beneficios del mes de oro?

El embarazo y el parto son procesos que alteran profundamente cuerpo y mente, dejándolos, en muchos casos, ¡agotados! El Mes de Oro es una pausa para descansar y poco a poco regenerarse. Es un momento que permite disponer del espacio mental y emocional para conocer y conectar con el bebé, a su ritmo… El mes de oro invita a desacelerar en una sociedad que empuja a ir siempre más rápido. Además, es una práctica profundamente centrada en la salud de las mujeres, que fortalece su autoestima y reduce el riesgo de depresión posparto. Finalmente, una madre que se da el tiempo de descansar podrá enfrentar mejor los intensos primeros meses con un bebé, la vuelta al trabajo y la búsqueda de un nuevo equilibrio familiar y de pareja.

En conclusión, el Mes de Oro responde a las necesidades básicas de las madres recientes tras el parto. Es una práctica beneficiosa para la pareja, para el vínculo con el bebé y para la salud mental de las madres, que a menudo se ven sometidas a grandes exigencias. Eso sí, ¡cuidado! No debe convertirse en un punto más de una lista de tareas ya sobrecargada. Es una práctica que debe adaptarse a la personalidad y necesidades de cada mujer, sin presión alguna.
¿Quieres más información? Existen libros maravillosos y una web que explica cómo ponerlo en práctica durante las primeras semanas: lemoisdor.fr